Cuatro meses atrás, Raymo Herrera y un grupo de amigos dedicados a la realización audiovisual viajaron hasta Bahía Honda para filmar un vídeo clip con un grupo de rap. Allí, en la bahía que da nombre a dicho municipio, se pueden encontrar inmensos buques en desuso que les podían servir como locación.
Al llegar, descubrieron la Empresa Desguazadora de Barcos Ciro Redondo, que extrae el acero de estos barcos para sustituir importaciones. Según información del periódico El Artemiseño, en 2015 el precio de una tonelada de acero importada por la Empresa Desmanteladora de Equipos era de 370 dólares, mientras el precio de una tonelada del acero que le proporcionaba la Ciro Redondo era de 295 dólares.
Raymo, atraído por la belleza de estas estructuras, aprovechó los entretiempos de la filmación para fotografiar algunos de los más de ocho barcos abandonados que contabilizó, así como los hombres que trabajan en ellos, soplete en mano, a fin de convertirlos en acero fundido.
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