Desde septiembre de este año, Cuba experimenta un desabastecimiento de leche en polvo que afecta a las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, La Habana y Pinar del Río, como consecuencias de dificultades con la importación del producto. Se prevé que el déficit se extienda hasta diciembre de este año.
Periodismo de Barrio responde algunas preguntas esenciales para comprender los principales problemas con la provisión de leche en polvo en el país.
¿Por qué hay un déficit de leche en polvo en Cuba?
Las principales causas del desabastecimiento radican en la disponibilidad de financiamiento y buques; el embargo de Estados Unidos; y los tiempos de travesía desde los lugares de importación, señala la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
Con respecto a la disponibilidad de financiamiento, Díaz Velázquez explicó que, unido a los efectos que ha tenido la pandemia en los ingresos de la economía cubana –dependientes en gran parte de los sectores de turismo y exportaciones – también existen obstáculos relacionados con el incremento de los fletes, el número de navieras que arriban a la Isla y las afectaciones en las relaciones con instituciones financieras, debido a la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Asimismo, la ubicación geográfica de los mercados donde se compra la leche en polvo influye en el atraso, pues se importa desde países distantes como Nueva Zelanda, el cual constituye el principal exportador del producto hacia la Isla.
No obstante, si bien la ministra apunta que la leche en polvo debe obtenerse de mercados lejanos porque el embargo impide adquirirla directamente en Estados Unidos, durante el periodo de 2001 a 2020 este país exportó diversos productos hacia Cuba por un valor de 6 308 778 608 dólares estadounidenses. De hecho, los datos del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, muestran que en esos años la Isla importó leche en polvo en 4 ocasiones desde esa nación.
Las provincias afectadas por el desabastecimiento son aquellas que poseen mayor dependencia de las importaciones de leche en polvo, pues en el resto de los territorios las necesidades han podido cubrirse con la producción de leche fluida.
Sin embargo, el problema principal radica en que el país es un importador neto de este alimento, es decir, el valor de sus importaciones supera al de las exportaciones. La producción nacional depende totalmente de una fábrica de leche en polvo inaugurada en 2015 en la provincia de Camagüey.
En consecuencia, la relación entre el volumen importado y la producción local de leche en Cuba (empleada como dato orientativo de la importancia relativa de las importaciones) fue de, aproximadamente, 90% en 2019, según un informe del Observatorio del Sector Lácteo de la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE).
Esta cifra ubicaba a la Isla en el segundo lugar en América Latina y el Caribe, después de El Salvador, en cuanto a la dependencia de las importaciones de productos lácteos para cubrir la demanda nacional.
¿Qué cantidad de leche se importa en Cuba y cuánto gasta el país en estas importaciones?
En 2019, Cuba fue el tercer país, después de México y Brasil, que importó más productos lácteos en América Latina y el Caribe, con un total estimado de 530 millones de litros equivalentes de leche, precisa la FEPALE.
Asimismo, de 2015 a 2019 el país gastó 128.7 millones de dólares estadounidenses en la compra de leche desnatada (contenido de materias grasas menor o igual a 1.5% en peso) y 549.4 millones de dólares estadounidenses en leche entera (contenido de materias grasas mayor a 1.5% en peso), de acuerdo con cifras del Observatorio de Complejidad Económica.
De igual forma, en 2020, la leche en polvo entera representó el 79% del total importado, con un valor medio de 3.09 euros por kilogramo; mientras que la leche desnatada tuvo un valor medio de 2.53 euros por kilogramo, especifica un estudio de 2021 publicado por ICEX España Exportación e Inversiones.
¿De dónde se importa la leche en polvo que se consume en Cuba?
En el caso de la leche en polvo entera, la mayor parte proviene de Nueva Zelanda, con un 69.28% del total de las importaciones de este producto en 2020, seguida por Uruguay, con un 13.68% y Bélgica, con un 6.19%. El resto de las importaciones se originaron en Polonia, Países Bajos, Alemania y México, según datos de Trade Map.
Con respecto a la leche en polvo desnatada, Bélgica dominó las exportaciones hacia la Isla en 2020, con un 53.97% del total; las procedentes de Alemania representaron un 25.01% y las de Francia, 15.06%. Las demás importaciones fueron desde Países Bajos, República Checa, Polonia y Bielorrusia.
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