Esta mañana la ciudad amaneció con muchos árboles de menos. Las calles están obstruidas. Circulan autos, bicicletas, camiones; pero no hay leyes de tránsito vigentes (Foto: Mónica Baró)
A pesar del desastre, desde que amaneció los vecinos y brigadas del Estado se movilizaron para despejar los caminos y facilitar la circulación (Foto: Mónica Baró)
A media mañana el mar continuaba desbordándose e inundaba garajes y viviendas de la avenida primera. Esta es la calle 24, a una distancia de 100 metros aproximadamente de la cosa (Foto: Mónica Baró)
A pesar de que La Habana no fue una de las ciudades donde el huracán Irma tocó tierra, la fuerza de sus vientos sí movieron cimientos y raíces (Foto: Mónica Baró)
Los postes de electricidad e iluminación también fueron abatidos (Foto: Mónica Baró)
En la calle Línea, desde muy temprano, las personas recorrían la zona (Foto: Mónica Baró)
Todavía en la ciudad hay múltiples riesgos para los habitantes (Foto: Mónica Baró)
En el reparto Miramar la poda y recogida de los árboles supone un desafío para las brigadas que se encuentran trabajando en el saneamiento (Foto: Mónica Baró)
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